
Me di cuenta de cuanto me cuesta despojarme
de aquellos recuerdos tan profundamente grabados,
y tan importantes.
Me di cuenta que me cuesta empezar
un nuevo capitulo en este libro,
que estoy aun demasiado inmersa en esta historia,
aparentemente sin final.
Por un lado no quiero borrar nada de mi vida,
no quiero que se vaya nada de todo
eso que alguna vez me hizo tan bien,
que alguna vez me dio tanta felicidad.
Pero otra parte de mi,
quiere deshacerse de todo,
levantar un nuevo vuelo, abrir alas al futuro.
Llegue a la conclusión que no tengo que olvidar nada,
que todo tiene que quedar bien recordado
en alguna parte de mi cuerpo.
Pero volver a empezar. Renacer,
como el ave Fénix hace con cada una de sus vidas.
Tengo que respetar el tiempo que paso,
y que fue hermoso, y nunca nadie me lo va a quitar.
Pero a la vez, debo pensar en un horizonte nuevo.